Como dice el dicho, donde una puerta se cierra otra se abre. Las nubes y la calima pueden ocultar el cielo, pero no pueden hacer desaparecer las estrellas; sabemos que están ahí y nos esperarán hasta otro día. De momento nos conformaremos con ver las luminarias del pasado en una exposición bajo techo -¡y qué techo!-: "Las Edades del Hombre".
No hay comentarios:
Publicar un comentario